sábado, 30 de abril de 2016

Asfixiante

Tienes la respuesta a la pregunta que nadie hizo. Te adelantas a hablar cuando tu interlocutor apenas empieza a abrir la boca.  Y de pronto tu cerebro hace corto circuito y como avalancha, las ideas empiezan a bajar con gran velocidad hasta tu boca, que escupe como metralla todo es enunciado que aturde a los oídos y enferma la mente.

No logras ver que tu acompañante está molesto, o si te das cuenta, no te importa. Necesitas hablar, hablar y hablar hasta que tengas que haber dicho todo lo que se te antoja. Es como si quisieras llegar a un orgasmo verbal. Eres sofocante.

Tomas un poco de aire solo para seguir a mayor velocidad diciendo todo lo que se te ocurra. En un momento se te vienen más ideas y abriendo los ojos aceleras las palabras para decir más cosas, estás en éxtasis. 

Cuando te das cuenta que la otra persona se está hastiando, le vuelves la atención tocándole frenéticamente con tu mano hasta que al fin te vuelve a ver y tú, hablas a mayor velocidad.

Ahora corres detrás de la persona que desesperada empieza a caminar poniéndote alguna excusa para que dejes de hablar. Nunca paras, es tu obsesión. Mientras levantas la voz y ves que corre de ti te vuelves abruptamente, y ves para todos lados hasta que encuentras a la distancia a tu nueva víctima a la que, sin tener compasión tomas del brazo y le empiezas a hablar casi al oído.

Así de asfixiante eres, así es como todo mundo huye de ti.

Dos corazones

Su espalda estaba justo en su pecho. Su corazón latió con fuerza y atravesando la carne su ritmo terminó haciendo latir los dos corazones al unísono. 

Flotando en el aire.

Ella lo abrazó mientras flotaban en el aire y él quiso que ese momento nunca terminara.

viernes, 29 de abril de 2016

El anciano lloró

El anciano se levantó y vio con alegría que el canario ya estaba sano y listo para volar. En ese mismo momento lo sacó de la jaula y tomándolo entre sus trémulas manos lo llevó al jardín donde lo vio volar y perderse entre las nubes.


El anciano lloró. 

Su agonía

Y en un momento de silencio, a mitad de la noche se despertó gritando y llorando. Aterrado y desesperado siguió llorando hasta que el amanecer interrumpió su agonía. Sus lágrimas se fueron secando y se incorporó sin expresión en su rostro, esperando que un día al tiempo se le antojara curar sus heridas. 

Tu, la muerte

Tienes la peor de las misiones. Tu trabajo es el más odiado, nadie quisiera tenerlo.

Te mueves lento y caminas encorvada arrastrando tu manto con esa pesada guadaña al hombro.

Nadie ha visto tu rostro y queda vivo para contarlo, y solo dejas extender tu mano acariciando lo que se te plazca para acabar con ello de una sola vez.

Delante de ti está la vida, colorida y feliz, y a tu espalda está el llanto y el lamento, en un escenario gris de oscuros momentos.

Le arrebatas a los niños la inocencia y fulminas de un golpe el corazón de los enamorados. Dejas empleos abandonados, casas solas y destruyes hogares.

Con tu llegada se estremece la naturaleza y los frutos dejan de ser codiciados.

No distingues entre poderosos o humildes; entre animales o minerales, entre vivos y muertos. Tu misión es degradar todo lo que tocas y en tu paso firme se siente el frío de tu presencia.

Das terror al arrogante y abrazas al desesperado. Sin mediar palabra cumples tu misión arrebatando el cuerpo de las almas y dejándolas desnudas.


Todo lo que nace, todo lo creado se enfrentará a ti, en ese momento todos te conoceremos, y sabremos que al ver tu rostro, tu, la muerte, nos terminaras llevando.

jueves, 28 de abril de 2016

La mejor opción

Con atención y una gran curiosidad comenzó la lectura. Al poco tiempo se confundió y enredándose en el texto sus ojos se abrieron con el asombro. Sintió el sobresalto de su corazón que empezó a latir con fuerza mientras continuaba con la agobiante redacción que cristalizó sus ojos.

El temor, odio, compasión, rabia y amor se entre mezclaron en un torbellino que saturó su cabeza y su corazón. Se sentía ofuscado.

Las últimas líneas lograron resbalar una lágrima por su mejía y aunque no lo esperaba, aunque no quería hacerlo, sabía perfectamente que la única opción que tenía era tomar una decisión.

Al final de cuentas la hizo, y fue la mejor opción la que tomó. 

miércoles, 27 de abril de 2016

Otra dimensión

Sigilosa se fue acercando hasta donde él estaba y con una suave caricia rosó su cabellera. Siguió su andar hasta que atravesó la pared dejando su estela oscura que fue ocultando poco a poco su guadaña.

Absorbió su último aliento y de a poco su alma se despojó de su cuerpo para volar a la otra dimensión.

En su ascenso dejó rencores y pasados y su lamento por los suyos se convirtió en júbilo. Pronto dejó de sentir el viento en su rostro y la paz se apoderó de él.

Llegó.

Sus ojos se cegaron al brillo de aquel lugar, y mientras su vista se ajustaba, vio frente a él a sus padres y sus hermanos. La emoción le invadió y de regalo le dieron esperanza.

Conoció al Padre y sus dudas fueron resueltas. Fue en ese momento, cuando entendió su misión.

Ya llegó tío Benjamín. Reúnase con los suyos y espérenos.

domingo, 24 de abril de 2016

Dos ruedas

Ya están cantando las aves, y yo, necesito ir sobre esas dos ruedas que llenarán mi ser de felicidad. 

Aquella amante

Se conocieron por que se encaprichó el destino, y pronto se entusiasmaron. A los pocos meses estaban inmersos en un sórdido romance.

Ella juraba haber encontrado al hombre de su vida, mientras él, de apacible carácter asentía con la cabeza sintiéndose orgulloso de ser el objeto de amor de aquella adorable dama.
Su ego se incrementó cuando la chica de las hamburguesas le sonrió y su pareja en abrupta interrupción puso en su lugar a la chica. “wow, ella de verdad me ama” pensó el muchacho.

Cuándo su amor parecía estar en su punto más álgido, él le propuso matrimonio y tirando la casa por la ventana se casaron. Ella lucía hermosa y él gozaba con las señas que ella le hizo toda la velada indicándole que se compusiera la corbata.

Fue un domingo por la mañana cuando a su puerta tocaron los vecinos de al lado. Ellos explicaron con pena que no querían problemas y que la intención de ella había sido únicamente pedirle a él que le ayudara a bajar ese pesado cilindro de gas del coche.

Él sin saber a qué se referían sus vecinos, trató de explicar que no había problema, que estaba dispuesto a ayudar, cuando de pronto su esposa bajó las gradas y en voz alta insistió “te dije que no te quería volver a ver perra” se abalanzó sobre la vecina y afortunadamente ambos hombres pudieron sostenerla para que no la golpeara.

Ella gritaba e insultaba a la vecina que, como pudo junto a su esposo salieron de aquel lugar.

Él trató de calmar a su esposa y explicarle que aquella escena era una cuestión de amabilidad, pero ella insistía en que la vecina quería tener una aventura con él. Y él, ese día se preocupó.

No pasó mucho tiempo para que ella empezara a aparecerse sorpresivamente en su trabajo, en la estación de combustible, en el restaurante, a las afuera del bar donde se reunía con sus amigos. Los reclamos en casa se volvieron interminables y la búsqueda de cabellos o pinta labios se volvieron obsesivos. Él estaba desesperado.

Ella insistía que lo amaba pero que no lo dejaría tranquilo hasta encontrar a aquella amante con la que él la engañaba. Aquella amante que ambos sabían perfectamente, no existía.

Después de un mal día en el trabajo él llegó a casa y mientras veía el televisor y ella le reclamaba por una mancha en su camisa, él pensó.

Con una gran sonrisa en el rostro él le dio un beso en la frente a ella y salió de casa. Pasaron muchos meses de la misma forma. Ella no sabía en qué pensar.


Hoy sus días son estables: Ella sigue tratando de encontrar la prueba fehaciente de la infidelidad de su marido, y él, se divierte escondiéndose por que, gracias a su amada esposa, ahora tiene una amante en la vida real.

sábado, 23 de abril de 2016

Así

Así fuimos, así somos y así seremos.

Morir en un segundo

Por un momento quisiera detener un segundo el tiempo en nuestras vidas. Y que ese segundo detenido dure cien años amándonos sin límites. No me importa si al correr de nuevo el tiempo muera. Habría valido la pena morir en un segundo, si contigo viví cien años de amor.

Nuevas formas

No es que hoy mi mente se pierda. Es que busco nuevas formas de amarte.

Sublime calma

Despertó y frente a él, estaban ese par de pechos, que en sublime calma, uno recostado sobre el otro, le daban los buenos días.

viernes, 22 de abril de 2016

Qué hacer si te enamoras de alguien que no te ama

Ahora mismo tú puedes sentirte enamorado de una persona. Es natural, y como ya te habrás dado cuenta, es maravilloso.

Pero pensemos por un momento y coloquemos el caso hipotético que esa persona no te ama, al menos no con la misma intensidad que tú la amas. Eso es un problema ¿cierto? Y es que hay diversas razones por las que la otra persona no te ame, y tú, sinceramente, no puedes hacer nada para cambiarlo.

Si la persona que amas, por poner un ejemplo, viene de una experiencia negativa muy dolorosa (amó a alguien que no la amaba), no le atraes físicamente, o simplemente no hacen ese “click” que tanto se espera en una pareja, pues te tengo malas noticias: esa persona no te amará igual como tú la amas.

Y ya sé lo que estás pensando “yo puedo hacer que esa persona me ame”. La verdad que esa frase la he escuchado mucho y los resultados casi nunca son satisfactorios. Pensemos en algo: Los seres humanos tenemos algo muy desarrollado, y se llama “apetito sexual” ¿no te gustó? ok, no le llames así, entonces llámalo “acuciosidad científica”. En fin, los seres humanos tenemos esa tendencia de, por así decirlo, -probar- a otros seres humanos. Y en esa constante investigación, unos y otros se atraen, se besan, abrazan, tienen sexo y siguen en la búsqueda. ¡Un momento! No todos, otros, en esa “prueba” se sienten identificados y se enamoran.

Pocas son las personas que se “prueban” y se enamoran mutuamente, y claro, son historias de amor eterno que nos apasionan y nos sirven de ejemplo para visualizar nuestro propio futuro. Y de todo corazón, yo esperaría que tú encuentres a tu amor eterno.

Pero retornando a la reflexión original ¿Qué haces si te enamoras de alguien que no te ama?
Posiblemente estabas buscando otra respuesta, pero la que te voy a dar no te va a gustar: Termina con eso, aléjate, sal corriendo de esa relación. Porque si te quedas mucho tiempo terminarás con un corazón hecho pedazos y quien sabe, un día arruinarás otra vida. Que eso no te pase por favor.

Muchos creen que es difícil hacer eso, pero, como todo en la vida, es un proceso. Piensa que llevas las de ganar porque, en primer lugar, la otra persona no te quiere, entonces el que te alejes poco a poco hasta un favor va a ser para esa persona, no la vas a lastimar. Segundo, te darás cuenta que así cómo te enamoras, te puedes “desenamorar” todo comienza con una curva lenta de miradas, gestos y caricias. Y en esa misma curva tendrías que salir victorioso. Veamos algunas acciones a tomar:

Deja de idealizar a esa persona. Si, te enamoraste porque ves a esa persona como lo mejor del mundo, y la verdad es que es otro ser humano con virtudes y defectos. Está bien, te besa muy bonito y te sientes bien a su lado. Pero eso perfectamente lo puedes llegar a hacer con otra persona, una que en realidad te responda todas esas atenciones. No te digo que le odies y lo satanifiques, solamente que dejes de verle como una deidad y te pongas en la realidad que es solo otro ser humano. De hecho, un ser humano que por cierto, no te ama.

Redes sociales, mala idea. Tú sigues a tus amigos en las redes sociales y te enteras de todo lo que hacen, sus gustos y esas cosas, pero, si también sigues a la persona que amas, verás que su mundo no gira alrededor del tuyo (y lo más probable sea que el tuyo sí) nunca he sido de la idea de publicar un romance y que todos se enteren de una relación de dos, eso nunca suena muy inteligente. Sobre todo si una persona ama con más intensidad que la otra, seguro en las redes sociales se notará y todos se darán cuenta y, siendo franco, te verás bastante patético.

¿Lo mejor? Parece drástico, pero de una vez empieza a borrar fotos, deja de colocar comentarios sugerentes que la otra persona seguro ni leerá. ¡Déjala de seguir! Dime ¿cuánto tiempo pasaría para que tú te dieras cuenta que esa persona te dejo de seguir en tu red social favorita: Una hora, veinte minutos? Pero ¿y si tú lo haces y la otra persona ni se entera? ¡Ajá! Si eso sucediera te empezarás a dar cuenta que esa persona no está tan al pendiente tuyo como tú de ella, entonces, déjala de seguir, paulatinamente vete alejando de forma virtual. Resiste la tentación de estar buscándole y regresa a ver esas publicaciones alegres de tus amigos que tanto de divertían, tu vida en las redes sociales debe continuar sin esa persona. Se puede, créeme.

Deja de ser masoquista. Y es que la verdad, no hay porqué estar sufriendo por amor cuando en realidad ese amor no es correspondido ¡Haaaa! es un amor prohibido, ustedes se aman y el mundo conspira contra ustedes, ok,  luchen, merecen estar  juntos. Pero ¡Por favor! Si ya sabes perfectamente que la otra persona NO TE QUIERE, ¿Por qué vas a seguir pasando los días sufriendo y haciéndote de menos a ti mismo?

Insisto, no seas masoquista, y salvo que te guste sufrir (entonces necesitarás ayuda profesional) lo mejor que debes hacer es salir y buscar la felicidad. Tu felicidad. Apreciarte a ti mismo y si, te equivocaste y caíste con alguien que no te correspondía. Perfecto. Pero ahora debes ir terminando eso y empezar a buscar nuevos horizontes. Estoy completamente seguro que si te aprecias y te empiezas a mentalizar en positivo, seguro aparecerá tu alma gemela. Porque recuerda algo muy importante:

Si no le dejas hoy, esa persona te dejará a ti mañana y sin ninguna compasión.

Así que actúa, aun tienes tiempo, y puedes, desde ahora, ir poco a poco. Esto no es un proceso de dos días, eso te lo aseguro. Si te diste cuenta que la otra persona no te quiere, quiere decir que ya pasó algún tiempo. Así que tu accionar debe ser poco a poco, pero a paso firme: Un día le dejas de seguir aquí, otro día dejas de verle buscando cualquier pretexto, cambias una cita por salir con tus amigos… Si poco a poco te vas mentalizando, empiezas a actuar y eres firme, seguro en un par de meses estarás libre de cualquier atadura y sentirás esa paz que tanto anhelabas tener.


¿Esto es posible? Si tú quieres, si, si es posible, y pronto mirarás atrás y sabrás que pudiste salir de alguien que no te ama.

domingo, 17 de abril de 2016

San Lucas

Nos recibiste con amabilidad y sencillez. Entre calles adoquinadas y calles de tierra rodeadas por aquellos inmensos árboles que entre sus crujidos dejaban escapar un viento refrescante que invitaba a respirar.

Recuerdo aquella primera niebla que nos cubrió y cautivó nuestros corazones. Nos enamoraste. Tus eternos fríos que hacen que la calidez de tus hijos se refuerce me llevó a capturarte en instantes que hicieron a mis sentimientos escribir de madrugada.

Tus sabores y actividades con los alegres danzantes y los mismos invitados te dan esa peculiaridad que hacen que no dejemos de amarte. Hemos crecido a tu lado y las penas se diluyen con el canto de tus aves y un cielo azul que nos hacen suspirar.

Así te queremos, oculta entre los cerros, a dos mil metros sobre el nivel del mar. Imponente, pacífico, humilde. Así te queremos San Lucas.

Manejar un auto

El niño le vio mientras repara el auto.
-Papá ¿cuándo me va a enseñar a manejar un auto?
-Cuando cumpla los 15.

El niño vivió ilusionado con aquel momento y al cumplir los 15 años presuroso llegó con su padre.
-Hoy es el día ¿me va a enseñar a conducir?

Su padre lo vio por un par de segundo y con ninguna expresión en su rostro le dijo "páseme la llave 10"

El muchacho no supo qué decir, pero por el respeto que le tenía a su padre no se atrevió a preguntar más. Se quedó allí con él mientras reparaba el auto.

Pasaron los 15, 16, 17 años de aquel joven que en silencio esperaba el momento que su padre le enseñara a conducir un auto.

Vio cómo sus vecinos enseñaban a conducir a sus hijos, mientras él acompañaba a su padre a reparar el auto. Sus esperanzas se esfumaron.

Para su cumpleaños número 18 su padre le despertó.
- Levántese, vamos al auto.

Cuando el jóven salió estaba su padre en el asiento del copiloto del auto. Él nerviosamente se sentó en el asiento principal.

-Enciéndalo y vamos a dar una vuelta.

Como por arte de magia, aquel joven hizo todo como si ya supiera conducir un vehículo. Impresionado le pregunto a su padre qué estaba pasando.

-Le enseñé a manejar un auto desde que cumplió los 15: Aprendió cómo funcionaba el embrague; como funcionaba el acelerador, los frenos, el motor entero. Ahora usted sabe lo que pasa dentro de la máquina, por eso conducir el auto se le hace fácil. Usted de niño no me pidió que le enseñara a conducir, sino a manejarlo. Ahora lo maneja, y bien.

Inevitablemente dibujo una sonrisa en mi rostro porque esa genialidad de mi papá me marcó toda la vida. Ahora, soy yo quien enseño a mi hijo a manejar un auto. Donde quiera que esté, gracias papá, muchas gracias.

Endiósame

No te voy a mentir, te quise en su momento. Fue bueno, nos divertimos; ir la cine, comer, andar juntos. Si, fue bueno.

Aunque no te mentiré, con el tiempo me aburriste. Esa tu forma tan particular de ser que no encajaba en mis planes, me empezó a fastidiar.

Luego los días de alegría se volvieron tedio y solo el hecho de verte me aburría. El sexo era bueno, no lo niego. Pero al tiempo, eso también me aburrió.

Tu te estremecías y sudabas y me querías besar ¿qué diablos te pasaba? yo solo quería un buen rato de sexo, no estar probando tus sudores y olores que con el tiempo me empezaron a parecer fétidos.

Tus melocerías me empezaron a empalagar y esas estúpidas ideas tuyas de querer una eternidad a mi lado me asustaron.

Fue un alivio cuando terminamos y de ser sincero, hasta disfruté un poco verte llorar. El saber que me había convertido en algo tan importante para ti había alimentado mi ego. No me diste una pizca de lástima. Para ese punto ya te veía poca cosa a la par mía.

Pensé en dejarte para siempre y deshacerme de ti sería mi alegría, pero he de confesar que tu patética forma de amarme alimenta mi morbo y empecé a buscarte para ver cómo te ponías al verme.

Já, disculpa que me ría, pero es tan gracioso saber que con una mirada, un gesto, una llamada tu te descompones por completo. Y cuando te tomo violentamente por la cintura y con fuerza sujeto tus nalgas tu te derrites y anhelas un poco de mi amor. Haaa como eres de ridícula.

Hoy, después de hacer el amor con mi pareja actual. ¿no lo sabías? tengo una pareja con la que no me da asco andar, tu no lo sabías, no lo mereces, pero te voy a hacer un regalo y te lo contaré. Si, tengo una pareja y nos va muy bien. Con ella hago el amor, contigo solo cogí. Pero... ¿qué decía? ha si, te decía que hoy después de hacer el amor platicamos de ti ¡cómo nos serviste! porque sin tu recuerdo no nos hubiéramos reído tanto.

Lo único que me atormenta es que un día decidas olvidarme, eso si que sería una buena jugada, pero claro, eso no sucederá. Tu no puedes estar sin mi. Tu no sabes nada, no sabes olvidarme. Por favor, sigue escuchando esas canciones que te recuerdan a mi. Sigue buscándome, llora en soledad, ve mi foto antes de dormir, sigue pensando en los momentos felices que tuvimos. No busques otro amor, no dejes de pensar en mi, sigue ilusionándote que un día yo regresaré pidiéndote perdón. Endíosame. De esa forma podré seguir martirizandote, atormentado tu vida, porque no puedes dejarme, porque no puedes olvidarme.

El amor nace y muere exactamente de la misma forma. Para que el amor sea genuino ambas partes deben amar. Si uno deja de hacerlo, la otra persona inmediatamente debe olvidar, deshacerse de ese amor con la misma curva con la que nació. Muchas personas se libran de amores que hacen daño, existen muchas técnicas para olvidar a un viejo amor. Todo depende que la persona quiera hacerlo, que se anime a hacerlo. Solo espero que a usted que me lee nunca le pase eso, y si le ha pasado o está pasando ¡actúe de una vez! Usted no nació con esa persona, puede vivir sin ella.

sábado, 16 de abril de 2016

Mil palabras

Vamos en interminable subida, no fijamos un punto de llegada, aunque ambos sabemos cual es.

Pronto las fuerzas empiezan a perderse y cada momento se hace más difícil avanzar.

En un punto tu intentas parar, pero regreso y te animo a seguir adelante.

Tu me miras y sonríes y haces tu mejor esfuerzo en continuar el camino. Y aunque sabes muy bien que yo estoy igual de exhausto, con tu mirada me dices mil palabras que me hacen seguir avanzando a tu lado.

Vamos en interminable subida, pero no nos importa, porque nos acompañamos, porque vamos juntos.

jueves, 14 de abril de 2016

Dame el teléfono, dame el teléfono

Distraído en una calle desierta paré en el semáforo.

No estoy seguro si llegaron a mi o yo me estacioné justo a su lado. Pero algo era cierto: Tenía a tres tipos casi dentro del carro pidiéndome insistentemente el teléfono celular.

En ese momento de -estrés- me di cuenta que su estrategia era mover las manos por todos lados pero sin tocarme, hablar todos a la vez con el mismo lema "dame el teléfono, dame el teléfono" y uno de ellos sacudiendo lo que me pareció un chuchillo. Ceño fruncido y, evidentemente pronunciado todo el florido lenguaje que las calles Guatemaltecas regalan a sus hijos perdidos.

La verdad me pareció una mala actuación y su intimidación no me parecía muy convincente. Eso si, mientras reflexionaba acerca de sus técnicas de persuasión los vi cada vez más dentro del vehículo y me recordé que en el asiento contiguo estaba mi computador personal con muchos libros, escritos, y otros documentos que, si me los llegaban a quitar, estaría perdido.

Fue ahí donde presuroso busqué el teléfono y se los dí.

En cuestión de segundos los tipos habían desaparecido y yo me encontré nuevamente solo en aquella calle con el semáforo aún en rojo.

Solté una sonrisa, me acomodé y esperé a que el semáforo diera verde para continuar mi marcha.

Y es que no les guardo rencor. Porque ese día no perdí un viejo teléfono con la pantalla rota. Ese día gané una historia.

Tallado por el tiempo

Tu cuerpo allá, siendo tallado por el tiempo y yo no estoy ahí para ayudarlo.

¿Esta ahí?

Papá ¿Esta ahí?

Yo lo veo brillar pero no se exactamente cual es usted.

El escritor.

Y haciendo una pausa se quitó los anteojos, se reclinó en su silla y trató de arquear la espalda. En ese momento se sintió bien.

10 consejos para no ser culpable en el amor.

1. Si te gusta y no te atreves a hablarle es tu culpa.

2. Si te atreviste a acercarte a esa persona y no sabes qué decirle, es tu culpa.

3. Si te atreviste a hablarle y se te acaba la plática: Es tu culpa.

4. Si la persona no para de hablar y tu no sabes qué decir... Es tu culpa.

5. Si después de una amena charla dudas en invitarle a caminar juntos, es tu culpa.

6. Si a la semana de andar con esa persona le dices "te amo" es tu culpa.

7. Si le celas hasta de su sombra, es tu culpa.

8. Si le pides las claves de su teléfono. Si, también es tu culpa.

9. Si no sabes cual es el momento idóneo para hacer el amor; no, ya ¿en serio? insisto: Es Tu Culpa.

10. Si perdiste a ese gran amor de toda tu vida, recuerda que todo fue por tu puta culpa.

Lógica práctica del amor.

Si se aman y tienen que separarse, pero no se quieren separar aún sabiendo que es inevitable separarse, sepárense.

Si se aman y piensan separarse pero 
no quieren separarse, no se separen.

Si se aman y deben separarse, sepárense.

Si se aman no se separen.

lunes, 11 de abril de 2016

Rostro de muerte

Posiblemente un instituto público. Desgastado por el tiempo, de esos que las aulas continuas forman una escuadra dejando el patio de recreo al centro. Ese patio, cubierto por una oxidada estructura de metal que se eleva unos metros dejando ver las láminas oxidadas y torcidas que lo cubrían.

La noche era oscura, casi no se podía ver, solo los relámpagos daban una idea de lo que describía en ese momento.

Sin previo aviso, una lluvia torrencial cayó sobre aquel lúgubre escenario, haciendo que el agua y el viento hicieran sonar todo lo que se encontraba en aquel desierto lugar.

Me puse una capucha que por alguna razón tenía en mi mano y atravesando aquel siniestro patio de recreo me dirigí a lo que pensé era la salida.

De pronto gritos desgarradores se escucharon por todo el lugar. Volví asustado pero los gritos provenían de todas partes. No podía ver nada pero mientras avanzaba los gritos se hacían más fuertes, casi en mi cara.

Un relámpago hizo iluminar nuevamente el escenario y en el reflejo de esas ventas rotas pude ver un monstruo horrible que se paseaba por aquel lugar.

Vestía una capucha negra y su rostro era gris. No tenia ojos y sus cuencas eran negras como la oscuridad, al igual que su boca que invitaba a la muerte.

Yo estaba aterrorizado viendo aquel monstruo y escuchando los gritos que le acompañaban.

No se cómo, pero pude entender que yo estaba en otra dimensión, y que los gritos eran de niños que aterrorizados podía ver al monstruo que por alguna razón era yo.

Educación tradicional

Te recrimina, te desmotiva, te observa, te compara, te impone,  te intimida, te regaña, te aburre, te domina, te dicta, te sonroja, te reprocha, te expulsa, te desvela, te obliga, te miente, te grita, te humilla, te atonta, te irrita, te aterra, te desagrada, y al final, no te sirve para nada.

domingo, 10 de abril de 2016

Susurrar tu nombre

Corriendo a tropezones, entre estallidos, disparos, muerte y polvo caí por accidente en una trinchera.

Desperté asustado y viendo hacia todos lados. Pronto entendí en donde me encontraba y el olor fétido me indicó que lo peor ya había pasado ahí. Al menos por un momento estaría a salvo. Traté de aclarar mi mente y mi visión, me limpié los ojos y empecé a inspeccionar el lugar con detenimiento.

Fue entonces cuando a lo lejos te vi, apenas te veías entre tanto cadáver; desangrando, sucia, herida, muy herida, herida de muerte.

Me di cuenta que no eras de mi ejército, no, eras del enemigo. Pude dejarte allí, pude haberte matado, pero no lo hice, aún no sé por qué. De todas formas, los dos, en el fondo,  peleábamos por una causa similar: El amor.

Poco a poco me acerqué a ti y haciendo ademanes con  mis manos te pedí que no tuvieras miedo. Me arrodillé y te vi detenidamente: Detrás de todas esas heridas, detrás de la suciedad, del miedo, del llanto, te vi hermosa.

Me arrastré para conseguir agua, presuroso limpie mis manos sucias y me dediqué a limpiar tus heridas. Dudé por dónde empezar, ya que tus heridas recorrían todo tu cuerpo, así que empecé por donde se me ocurrió. Desgarré el uniforme de un cadáver para improvisar vendas y cubrir tus heridas. Hice lo que pude.

Mientras te atendía vi por sobre mi hombro que me mirabas y esbozaste una sonrisa. Yo me sonrojé.

Me dio mucho gusto cuando hablaste por primera vez, y en aquella noche de lluvia te cubrí con mi cuerpo. No te miento, se sintió bastante bien. Tu dormiste como nunca.

Fue una suerte conseguir comida y alimentarte mientras te cantaba aquellas canciones de mi pueblo. Tu solo sonreíste y aunque esperé una nota de vuelta, eso nunca sucedió. Supuse que fue porque aún estabas convaleciente.

Me di cuenta que cada vez que reías tus ojos se iluminaban, así que en aquella sucia trinchera me convertí en tu payaso personal. Pinté mi rostro con lodo y con ramas improvisé. Tu no parabas de reír. Por un momento no escuchaba las bombas a nuestro lado, tu sonrisa y carcajadas llenaban el ambiente.

En esa tarde gris recuerdo a lo lejos unos débiles sonidos de ametralladora que enmarcaban el ambiente mientras nos besábamos. Era una locura, lo sé, pero no nos importó, el momento no pudo haber sido más propicio.

Los días pasaban y empezaste a mejorar. Contamos mil historias: Tú me contabas de tu niñez y yo de lo absurdo de la guerra. Por un momento pensamos en fugarnos juntos, huir de allí y empezar de nuevo en otro lado donde no hubieran ejércitos peleando absurdamente.

Esa noche te escuché soñar, balbuceabas algo y me acerqué para escucharte. Anhelabas tu tropa. En el sueño pedías regresar y volver a ver los ojos de tu comandante, tocar su piel y fundirte en él. Aunque fuera él mismo el que te había enviado a esa misión suicida, pero tú lo añorabas, era evidente que querías estar en tu milicia, estar con él.  

Lloré.


A la mañana siguiente no dije nada, seguí mis atenciones y mis bromas. Te veía cada día mejor. Tu sonreías y hablabas más. Yo gozaba con escucharte y cada historia tuya me parecía impresionante. Pero tú eras hábil, te percataste que algo me pasaba, y cuando preguntaste si me sentía bien, si pasaba algo, te mentí diciendo que era el cansancio.

Ahora, que hay un buen color en tu rostro, que las fuerzas han regresado a ti; ha llegado el momento que regreses con tu tropa, que luches tu propia batalla de amor, que regreses con tu comandante.

Recuerdo tu inocente pregunta -¿Por qué no vienes conmigo?- y recuerdo mi engañosa respuesta: -No puedo cambiarme de bando-. Pero en realidad no podía ir contigo porque te estorbaría, yo estaba de más en tu historia de amor, además, no podía salir de esta trinchera porque, cuando caí en ella me herí. Sané tus heridas y te cuidé hasta que mejoraras, pero, olvidé curarme a mí mismo. Vi como comías con ansias, necesitabas nutriste así que preferí no comer.

Ahora estoy herido de muerte, sin fuerzas. Ya no podía huir, nos hubieran sorprendido. No podías andar por ahí soportando mi peso. Pero tu si te podías salvar. Recuerdo que te grité -¡Ve! regresa, lucha por lo tuyo. Yo me quedaré acá y contemplaré como llegas con éxito. Esa será mi recompensa-.

De lejos pude ver cómo te arrastraste, corriste con todas tus fuerzas y llegaste. Todavía pude ver tu mano saludándome a la distancia. Lo conseguiste.

En soledad pude escribir estas líneas; tendido, en la noche, viendo a las estrellas. Lance un suspiro. Y solo pido al cielo que junto a mis restos encuentres esta carta para que entiendas los motivos de mi corazón. Hoy será el ocaso de mi vida, y mientras se extingue, susurraré tu nombre.

sábado, 9 de abril de 2016

Décimo aniversario

La luna les regalo su resplandor, y las llamaradas del volcán enmarcaron su encuentro.
Volvieron a ver y entre esas viejas estructuras y humo se dibujaba un lila que dio paso a los fuegos artificiales.

Las palabras inteligentes llenaban el ambiente y la sabiduría por un momento sintió envidia. Y cuando le señalaron el cinturón de Orion se sonrojo y les regaló un brillo de dos mil años de distancia.

La tertulia se extendió al término del corre caminos y las risas llenaron el ambiente.Se despidieron con un fuerte abrazo que al menos uno de ellos quisiera que hubiera durado más.

Prometieron que la próxima vez que se vieran sería fantástico, aunque nada cambiaría ese regalo de su décimo aniversario.

No tuvieron un futuro

Ellos no tuvieron una fecha especial, no tuvieron una canción, no tuvieron un lugar, no tuvieron un presente, no tuvieron un futuro. Pero por un instante, ellos se tuvieron.

Metal Pesado

Estallas en mis oídos con fuerza y velocidad. Estridente y armónico entras en mi alma y sacas las fuerzas que se encontraban dormidas.

Pronto mi ser se desprende de mi cuerpo y llega a las puertas del infierno para gritarle en la cara al diablo.

Aprieto los dientes mientras mi cabeza entra en el torbellino que tus cuerdas de acero aceleradas han creado. A lo lejos puedo escuchar un denso sonido que despedaza el silencio con golpes dobles de poder que ensordecen el ambiente.

Con palabras contundentes, sin pedir permiso te adueñas de mis pensamientos y tu ideología transforma mis neuronas. Me cambias la vida.

A mitad de esa fuerte sensación, tus notas chillan en un solo perfecto. Siento en mis venas que la sangre se convierte en metal. Estoy fuera de sí.

Y así como llegas, contundente, pesado, arrogante, de pronto te detienes para irte dejando un chasquido que se pierde en el ambiente. Me has poseído.

viernes, 8 de abril de 2016

Elsa

Le conoció de niña como su maestro en la escuelita del barrio.

Años después sus vidas se cruzaron y aunque su corazón aún latía por los brazos ausentes caminó a
su lado.

Con el tiempo aprendería a amarlo.

El camino fue largo y gran parte de él en subida. Ella soportó.

Con ocurrencias, caprichos, llantos y alegrías las cenizas del tiempo cubrieron sus cabezas.

Seguían juntos.

Fue una mañana cuando el ángel de la muerte tocó la puerta y sin decir una palabra se lo llevó.

Ella lloró.

Hoy recuerda con nostalgia y alegría a su guía, a su amor, a su maestro.

jueves, 7 de abril de 2016

Veinticuatro mil años

Orbitando por la galaxia pasó nuevamente por el sitio de su nacimiento veinticuatro mil años después. 

Y mientras llegaba a gran velocidad vio a lo lejos una luna nueva que no estaba allí.

Su interior cantó.

Al pasar a su lado el polvo galáctico de ambos se fundieron por un instante. Entonces, en ese segundo, en ese momento se amaron, fueron felices, tuvieron paz.

Pero la gravedad de la galaxia le obligó a seguir su rumbo dejando a su amada luna nueva atrás.

La luna suspiró y pensó que un día le volvería a ver, pero él sabía perfectamente que veinticuatro mil años después, él estaría extinto.


domingo, 3 de abril de 2016

Solo Pienso

Horas sin dormir, mucho que pensar, nada que escribir.

No esperé respuesta

Pensé en usted, solo, con las estrellas observándome. No esperé respuesta, no la necesitaba. Porque sé que donde usted está, mi susurro ya no puede llegar.

En soledad lamenté su ausencia

La oscuridad de la noche nos separaba. De extremo a extremo se podían ver tenues nuestras luces.

No hablamos.

Pero en ese silencio la vi solidaria, distante pero a mi lado. Es extraño, pero no pude decir gracias, te amo.


Mi frialdad le alejo en la oscuridad y en soledad lamenté su ausencia.

Tal vez tu dios muera primero

Vuelves a crujir y te asustas. En tu interior sabes perfectamente lo que pasa y te angustia. Pero continúas e intentas hacer las cosas para la que fuiste creada.
Sabes que eres la ayuda idónea que nadie reconoce, pero que sin ti, tu dios estaría perdido.
Ahora solo esperas que lo inevitable tarde en llegar.

Tal vez no serás tú la primera, tal vez todo pase, tal vez tu dios muera primero.

La muerte de la oscuridad

Madrugador el canto del jilguero anuncia la muerte de la oscuridad.