sábado, 31 de octubre de 2009

Porque todavía sigo siendo un niño


De niño me deslumbre con los videojuegos y mi meta era hacer uno, de hecho, ahora, viendo hacia atrás, mi idea no era tan mala y quien sabe, pero era un niño, así que todo quedó en sueños. 

Años más tarde conocí al Rock and Roll y tomó mi vida por completo. Quise ser un gran músico de Heavy Metal, de hecho, debo confesarlo, todavía soy seducido por esa ida. 

Pasaron los años y mi vida se cruzó con la fotografía y pensé que ahí quedaría por siempre.  En un tiempo se convirtió inclusive en una obsesión, y pasado el tiempo no dejo de amarla.

Pero ínterin mis pasiones se cruzó una hermosa mujer que me cautivó y quise vivir el resto de mi vida con ella, si, el hechizo del amor me había tomado por sorpresa, y como ya lo exprese en ocasiones anteriores, aún disfruto de ese hechizo.

Tanto fue ese amor que de pronto me vi rodeado de hijos que me roban el sueño, que me hacen sentir que mi vida tiene sentido, que vine al mundo por una razón. 

Y resultó que por asares del destino, y por mis múltiples pasiones me topé con la academia, que me dio un golpe en lo más profundo de mi alma y decidí seguir el camino del conocimiento y la enseñanza.

Y para terminar la diversión, recuerdo que mi papá me enseñó muchas cosas, en serio, muchas cosas, y entre ellas, el bricolaje se convierte en algo tan fuerte para mi que la relajación y liberación del estrés es hacer algo con mis propias manos, ya sea reparar mi auto, la moto, las bicicletas, la casa o hacer proyectos con los hijos. Las herramientas se convirtieron en una bonita colección.

Pero para estar al tanto de todo lo que me gusta y apasiona, tuve que leer hasta darme cuenta que la lectura es una parte muy importante de mi vida, todo lo que me apasiona, todo mi ser se basa en lo que leo y, al leer estas líneas te darás cuenta que por consiguiente la escritura, es otra pasión que me mantiene vivo ¿que tanto? Bueno, son las cuatro de la mañana y me he levantado a esbozar estas líneas, porque el pensamiento era muy fuerte en mi interior.

Pero el motivo principal de pensar y listar todas estas actividades es porque alguien una vez me dijo "debes madurar" dejar de comportarme como niño, que posiblemente en mi niñez sufrí algún tipo de trauma que me afectó de adulto; y ahora, pienso que lo mejor que me pudo haber paso (si es que pasó) fue no dejar de ser un niño: que bonito es coleccionar relojes, desarmar cosas para ver que tienen dentro, jugar con mis hijos y hablar su mismo idioma, ver la sonrisa de mi esposa cuando hago una payasada, observar las miradas atentas de mis estudiantes cuando cuento una historia del siglo XIII o hablo de Motorhead. 

Me voy dando cuenta que todo con lo que me he encontrado desde mi niñez me ha hecho ser quien soy, ser apreciado y odiado, polémico y entendido.
El hecho de ser puntual en el trabajo, pagar las deudas, ser un buen vecino y promulgar la paz no significa precisamente que debemos vestirnos con corbata todo el tiempo y ceñir el rostro “la vida de los demás en detrimento de la tuya” 

Si vives con pasión, haciendo lo que te gusta, y respetando al prójimo y tratando de vivir en armonía con la naturaleza ¿que importa si creen que estas loco, eres niño o adulto? Piensa en lo que de niño te hacía feliz y pregúntate ¿porqué no hacerlo ahora? 

¡Cómete una golosina! Juega a las escondidas, sal en bicicleta. Todos vivimos en este mundo tratando de ser felices a toda costa, y si la sociedad te dictamina responsabilidades ve que también tiene un campo de juegos a la vuelta para que lo disfrutes.

Y al menos en lo que corresponde a mi, seguiré pagando las cuentas, desarmando la computadora, oyendo a Black Sabbath, andando en bici, resolviendo el misterio de “beyond good and evil” con mis hijos, estudiando la clase del lunes y tratando de ser feliz, porque todavía sigo siendo un niño.