jueves, 30 de junio de 2016

Momento

Es el momento de levantarse.
Es el momento de dejar de quejarse.
Es el momento que el movimiento destruya al dolor.
Es el momento de olvidar.
Es el momento de vivir.

Entre distorsiones y letras

Un canto oculto, armónico, pesado. Recorrió su cuerpo y le motivó a levantarse y volar contra el viento. La lucha nunca es fácil, pero entre distorsiones y letras el tormento puede ser vencido. Es la victoria o la muerte.

Aquí estoy

En su canto desesperado dejó tirada gran parte de su alma que con el tiempo llegaría a él de regreso y rejuvenecida. Él lo supo inmediatamente cuando leyó sus líneas que humildes le decían “aquí estoy” 

Cómplices

El metal entró por sus oídos y fortaleció sus ideas que pronto se ordenaron en un arriesgado pensamiento de vida y muerte. La muerte, tan temida por muchos y tan esperada por otros. Pero para él, en ese momento, la muerte no era un enemigo, era un aliado. Eran cómplices.

lunes, 27 de junio de 2016

Carmenere

Justo dentro de mi había una pena que jugueteaba con mis sentimientos, quitándome la paz que desde hacía unos tres meses habitaba en mi interior.

Inquieto y confundido deje caer la pena para ver cómo se ahogaba dentro de ese rojo oscuro que elegante se mecía dentro de esa copa de cristal.

El aroma de cerezas y especias me indicó que la pena estaba muriendo y de a pocos sorbos viendo al horizonte la pena murió entre frutas rojas.

Ahora, la paz recorría nuevamente mi interior y a la distancia se podían sentir los aires de Peumo. 

viernes, 24 de junio de 2016

Hamaca

Se vieron fijamente mientras se mecían en la hamaca bajo ese ardiente calor que en sus cuerpos sobre pasaba los cuarenta grados.

Sus miradas se hicieron más intensas y sus piernas entrelazadas empezaron a rosarse con delicadeza.

Él bajó sus manos y furtivamente rosó sus piernas, recorriéndolas de arriba hacia abajo.

Ella seguía viéndole mientras, lentamente, abría las puertas del deseo. Entonces, él concentró sus caricias en la parte interior de ellas hasta llegar justo a las orillas de sus labios.

Ella se mordió la boca mientras insistente le veía tratando de no cerrar los ojos. El continuó con suavidad hasta encontrar el flujo que le invitó a seguir su atrevido ritual.

Ella volvió a ver a los costados para asegurarse que seguían siendo furtivos, mientras que asentía con la cabeza indicándole que su tarea estaba siendo bien ejecutada.

La vio fijamente mientras con suavidad acariciaba su interior, y fue hasta entonces cuando ella cerró los ojos.

Él continuó su onanismo mientras ella tomaba con fuerza el extremo de la hamaca. Ambos se vieron con deseo y él intensificó sus caricias hasta que ella no pudo evitar soltar un gemido para luego retorcerse en la hamaca con fuertes contracciones que hicieron temblar su cuerpo.

Sin fuerzas ella siguió viéndole con ternura y él lentamente dejó las caricias para concentrarse en el rubor de su rostro.

Sonrieron.

Cerca de sus corazones

Viendo a las estrellas se les ocurrió hacer lo impensable: Lo planificaron bien y un día, sin decir nada a nadie, se tomaron de la mano y juntos volaron lejos de lo acostumbrado, pero muy cerca de sus corazones. Hoy, viendo nuevamente a las estrellas recordaron su acerada decisión.

sábado, 18 de junio de 2016

Auras de esperanza

Vio sus rodillas y decidió que jamás se apoyaría de nuevo en ellas para sufrir. Levantó la cara y en medio de la lluvia respiró profundamente. Cada vez que respiraba, entraban por sus pulmones nuevas auras de esperanza, y al exhalar, salían de su cuerpo los tormentos.
Luego, tomó una copa de vino y brindó por el pasado, sabiendo que debía disfrutar el presente para encarar con optimismo el futuro.
Su alma escuchó la voz de quien le traía paz.

Fue feliz.

Unirse de nuevo a ella

La felicidad lo dejó encargado en los brazos de la soledad y ésta lo dejo abandonado en un rincón. Su corazón se marchitó buscando razones y su cuerpo la auto destrucción con el pretexto de vivir.
Al final, terminó en el fondo de su propia miseria.
Desdichado vagó por callejones de muerte y la peste le vio la cara. Contempló la decepción y en su desesperación se maceró en la mierda.
Sumergido esperó la muerte, pero en su lugar vio una sombra inerte. Angustiado tomó su mano esperando que cualquier cosa sucediera.

Sin embargo, esa sombra le tomo con fuerza y le llevó por calles desiertas limpiando sus heridas. A escondidas le cobijó y con paciencia le mostró la paz. Un día, asomó la cara por la esquina y pudo ver de lejos a la felicidad. Decidió seguirla de cerca para un día, cuando menos lo sospechara, abrazarla y unirse de nuevo a ella. Ahora su existencia tenía una esperanza. Aprendió que sumergido en la mierda se podía encontrar la felicidad.

El magister

De noche, vio hacia las estrellas tratando de encontrar un sentido a esos años de esfuerzo y dedicación que en ese momento parecían desvanecerse en la nada.

Entendió que su corazón seguía latiendo por amor y que el tormento aún seguía junto a él

No se sentía más inteligente, tampoco superior a nadie.

En ese momento solo sentía un fuerte compromiso con sus hermanos. 

En ese momento se sentía solamente un ser humano, por cierto, un ser humano inconforme.

viernes, 17 de junio de 2016

Día del padre

Se vistió, tomó algo de la mesa y llegó media hora tarde a la oficina. Nadie le dijo nada.

A las diez de la mañana la secretaria le llevó a su escritorio un trozo de pastel, de ese que a él no le gustaba.  Media hora después alguien lo abrazaría en un pasillo.

Almorzó en soledad como siempre, pero con el gorrito que en la cafetería le regalaron.

En la reunión de las cuatro se dio cuenta que el jefe no gritó. Se mostró calmo y les invitó a terminar temprano. Él vio su reloj y solo eran las seis de la tarde.

En el metro no se durmió porque jugo a las miradas y sonrisas con la chica del frente. ella bajó dos estaciones antes que él.

Caminó despacio y abrió la puerta de la casa. Su familia le esperaba con un ¡sorpresa! y cenaron abundantemente.

Su compañera le tenía otra sorpresa de postre, Se durmió tarde.

Al día siguiente, mientras su jefe gritaba y maldecía, él vio su reloj: Eran casi las ocho de la noche. Fue hasta entonces cuando en retrospectiva, agradeció la celebración del día del padre.

Amor perfecto

Solo necesitó un contacto con el amor perfecto para que ya no deseara morir.

martes, 7 de junio de 2016

Uno de esos lugares

Se reunieron en uno de esos lugares y ella firmemente le dijo que debían terminar. Él lloró.

Lo llevaron a uno de esos lugares, y sin mediar palabra, le dispararon. Encontraron el cadáver dos días después.

Se vieron con malicia y fueron a uno de esos lugares para amarse a escondidas. Se volvió su refugio.

Decepcionado salió del trabajo y fue a uno de esos lugares y se emborrachó. Regresaría cada viernes.

Cerraron la puerta de uno de esos lugares y planificaron el desfalco. Dos años después caerían presos.

Tomados de las manos se fugaron del salón y corrieron a esconderse a uno de esos lugares y se besaron con premura. Unos minutos después los encontrarían.

Se sentía culpable por sus actos y el domingo fue a uno de esos lugares a confesar su pecado. No regresaría jamás.

Se sintió inspirada y decidida se inscribió en uno de esos lugares a estudiar. Ahora es veterinaria.

Con amor y esfuerzo construyeron uno de esos lugares y habitaron ahí por muchos años. Él murió primero.



jueves, 2 de junio de 2016

Levántate

No caíste, no fuiste engañada. Tú respondiste a una sonrisa, a un “te quiero” a sus caricias. No fuiste tonta. Como es tu naturaleza, confiaste en el amor, porque eres sincera, porque no andas jugando, porque para ti, el amor no es un juego, el amor es una práctica cotidiana.

Pero él se fue.

¿Y ahora piensas que fue tu culpa? No se puede culpar al sol por dar su luz al piadoso y al asesino, no se puede culpar a la luna por inspirar al poeta y al ladrón. Si de algo eres culpable es de amar, y ese hermoso sentimiento jamás debe hacerte sentir culpable.

Ahora levántate.

Cierra los ojos y siente en el viento mil besos de amor desesperados de muchos que anhelan un amor sincero como el tuyo. Si alguien no lo supo apreciar lo perdió, pero tu amor verdadero, el que complementará tu corazón, a ese debes esperar. No desesperes, no caigas, levántate.