jueves, 13 de agosto de 2015

No sufrirá del tránsito y no sufrirá de estrés

Usted fue diseñado con dos hermosas piernas que le pueden llevar a varios lugares. Si la distancia es mayor ¡no hay problema! porque puede hacerse de una bicicleta que le lleve lejos, de forma eficiente, sana y divertida. Si a pesar de sus piernas y de las bicis usted quiere llegar a su destino en menor tiempo puede hacerse de una motocicleta con la que no sufrirá del tránsito y no sufrirá de estrés. Ahora bien, si con todas las opciones anteriores usted insiste en andar en automóvil no conduzca como loco y con odio hacia los demás, la verdad, es que los demás no tenemos la culpa que usted no avance a su destino.

martes, 4 de agosto de 2015

¿Qué clase de académico sería yo si no atiendo a lo que mueve a mis estudiantes?

Una de mis estudiantes se me acercó entusiasmada por el nuevo éxito de su grupo favorito -One Direction- y me invitó a escucharlo y comentarle mis impresiones.  Debo confesar que mi primera reacción fue no hacerlo, pero, al final de cuentas ¿Qué clase de académico sería yo si no atiendo a lo que mueve a mis estudiantes? Así que accedí a buscar la canción y la escuché.

Evidentemente, la primera escucha no causó mayor sobresalto en mi, total, estaba escuchando a un grupo de muchachos que evidentemente eran manipulados por una super corporación que pretende ganar millones con ellos. 

Puse más atención.

A la segunda escucha pude apreciar una sincronización de los cantantes y una melodía no muy elaborada que jugaba acertadamente con una letra destinada a su grupo objetivo. Era evidente una cuidadosa pre y post producción que dejaba como resultado un producto bien realizado que seguramente les dejaría grandes utilidades.

Sin embargo, a la tercera escucha, entendí que la producción iba mucho más allá. Más de las técnicas mercadológicas había una entusiasta, mi alumna, que estaba pasando por un momento mágico. Sus ídolos presentaban un nuevo material que ella estaría escuchando una y otra vez, haciendo que su mente volara y haciéndola soñar.

Como futura diseñadora, esa inspiración seguramente la llevará a completar un requerimiento estético y sus emociones y sentimientos estarán plasmados en un producto que le traerá utilidades económicas a mi alumna.

Recordé a mis hermanas y su emoción por -Menudo- o a mi esposa hablar con nostalgia de -Los Chicos- pero vívidamente pude recordar mi emoción al escuchar -Herencia Letal- de Barón Rojo, mi grupo preferido y retomé que hacía poco yo mismo inspirado por esa canción la había colocado en las redes sociales como una protesta ante los políticos corruptos.

Hoy, una estudiante ilusionada me había hecho pensar y recordar. Y estoy convencido que en un futuro, ella también recordará como su inocencia hizo pensar y recordar a un viejo profesor que escucho y escribió a cerca de One Direction.



domingo, 2 de agosto de 2015

Me llamó a ser cuerdo

No se si fui un buen hijo, él nunca me lo dijo. Yo creo que no, no fui un buen hijo.

Un día, entre las múltiples tareas diarias supe que podía ir a visitar a mis papás mucho antes de la hora acordada. Salí casi corriendo y me dirigí para allá. En el camino me di cuenta que necesitaba cargar gasolina, pero al llegar a la estación me percaté que había dejado mi billetera en el trabajo.  Frustrado y molesto traté de avanzar unos kilómetros, solo para darme cuenta que la gasolina se había agotado. 

Sin más a quien recurrir llamé a la casa de mis papás ya que la distancia restante era corta. Le pedí favor a mi papá que me llevara un poco de gasolina y me senté a esperar. 
Esperaba con pena y vergüenza porque no podía ser que a mis cuarenta años de edad, aún me pasaran esas cosas. Cayendo el anochecer vi a lo lejos que se acercaba ese pequeño auto gris de modelo antiguo y dentro de él mi viejito; ese señor de cabeza gris adornada con una gorra de lana, de esas que usan la gente mayor. Se estacionó y me dio la gasolina. Mientras yo le contaba lo sucedido me dio dinero para recargar más combustible y yo le prometí que a mi retorno le recompensaría todo lo el favor. Él sonrió.

Mientras regresaba al trabajo por mi billetera llevaba en la mente el rostro de felicidad de mi papá. Esa escena le había hecho sentirse útil, me había demostrado por enésima vez que todavía yo necesitaba de él. 

Solamente unos días después yendo de camino a casa tuve un accidente automovilístico. Mi auto se hizo pedazos. Afortunadamente nadie salió herido. Maldije mi suerte y recurrí nuevamente a mi papá para que me prestara su vehículo en lo que se resolvía el tema del seguro.

Llegué a casa de mis papás y él me amonestó. Me hizo ver mis recientes errores y me llamó a ser cuerdo y tener los pies sobre la tierra. Me dio las llaves de su auto, ese Ford Festiva de 1989 y mientras quitaba otras llaves me dijo "No quite el llavero de esas llaves, a mi me trae buenos recuerdos" Me extrañaron esas palabras, pero prometiéndole que no lo haría me marché del lugar para retornar al día siguiente a consecuencia de la llamada de mi madre informándome que mi papá había caído muy enfermo.

Quince días después moriría a causa de neumonía.

Hoy, a los años de su partida recuerdo con nostalgia nuestras últimas interacciones. La vida me permitió darme el lujo de cometer errores que mi papá resolvería con sabiduría. Aún tuve tiempo de escuchar su último consejo, consejo que ahora entiendo, no era acerca del auto, sino de la vida que tendría que continuar sin él a mi lado.