domingo, 30 de diciembre de 2007

¿Qué me dejó el 2007?

En este espacio debiera colocar cualquier bobería de lo que el 2007 me dejó, tendría que listar un montón de cosas materiales que seguramente se arruinarán en el transcurso del 2008, muchas comidas que llenaron de grasa mis venas y que seguramente no duraron ni 24 horas en mi estómago y un montón de recuerdos buenos y malos que como ya pasaron no tienen importancia. Pero este año me dejó algo más interesante; este año me dejó pensamientos, escenas en mi mente que generaron dudas e hipótesis que hasta la fecha me mantienen sin sueño, si muriera hoy, todo lo material sería repartido a no se qué gente, incluso sacarían de mi cuerpo lo que sirva para donarlo a quien lo necesite, me llorarían un momento y al poco estarían riendo, pero mis pensamientos, mis cuestionamientos, esos se van conmigo, más no morirían conmigo, se quedarían en varios portales y documentos para que los lean quien quiera. Si has sido lector de este loco por un tiempo, seguro que algo de mi legado dajaría en ti, espero en el transcurso del 2008 ir escribiendo esos pensamientos. Por el momento ¡jajaja houuu! ¡Que viva la insanidad!

jueves, 20 de diciembre de 2007

A veces no es bueno pensar...

Pensé que a veces no es bueno pensar: Porque cuando piensas y reflexionas vas entendiendo la vida, la realidad, a los demás y a ti mismo; pero al mismo tiempo te das cuenta que la realidad dista de la utopía del ignorante y dejas de ser feliz, porque ¿acaso la ignorancia no te hace reír? y es que el poeta lo dijo claramente "anhelo aquella ingenuidad que me hacía feliz, hoy se que entonces yo era ciego... y era mejor así, esa frágil felicidad se fue y no volverá a lo que queda de mi"
Cuando piensas, y calculas dejas de ser feliz, pero cuando no piensas y actúas por instinto empiezas a renunciar al regalo más grande del ser humano: el razonamiento. En pocas palabras: si piensas dejas de ser feliz, pero si dejas de pensar eres un infeliz. Por eso creo que el pensar te aleja de la simpleza de la vida, el análisis te hace ser una persona inteligente, pero te aleja del credo, de la ignorancia. Y acaso ¿la ignorancia no es la ausencia de sabiduría y esta as su vez es la ausencia de la simpleza? A veces no es bueno pensar.

¿Y que sucede con el amor? El amor pensante dista del amor ignorante, sin embargo, al verlo en retrospectiva ¿cual era mejor? el amor pensante no celebra fiestas de amor, no cree en la permanencia a través de contratos, no cree que unos anillos sellen una relación. El amor pensante cree en la permanencia, en el respeto como persona, en la unión, en la mística. En contraposición el amor ignorante es arriesgado, prohibido impulsivo; pero con el tiempo, al fortalecerse el amor, al desear el bien de la pareja a costas de tu propia felicidad, entonces este mismo amor ignorante llega a ser pensante. Y cuando dejas de amar y encuentras otro amor, cambias el amor ignorante por el amor pensante o viceversa. A veces no es bueno pensar.

El ser pensante cree que la felicidad no está en los negocios sino en la sabiduría, pero otros, en la búsqueda alocada de las riquezas piensan y se vuelven cautos. Existen otros que debido a su ignorancia han arriesgado y fracasan, pero cuando algún ignorante en su insensatez tiene éxito se vuelve un ejemplo para que otros ignorantes prueben negocios de alto riesgo. Eso mismo pasa con la distracción: el pensante argumenta, cuestiona y analiza, para concluir que en su infortunio planificó tan bien que no tuvo tiempo de disfrutar. El ignorante se adentra a la aventura sin pensar en las consecuencias y por lo regular termina disfrutando la distracción. Y si lo vemos a grosso modo pareciera que en el terreno del ocio el ignorante siempre lleva las de ganar al pensante. A veces no es bueno pensar.

Y si renuncias a la sabiduría y te conviertes en ignorante pierdes tu identidad de pensante y si el ignorante se atreve a pensar dejará su esencia aventurera y alocada. Afortunadamente en la vida tenemos etapas pensantes y otras de ignorancia, esa facultad nos hace disfrutar los buenos momentos y razonar cuando parar en otros. En ocasiones somos tan ignorantes que necesitamos un ser pensante que nos frene y en otras, nos constituimos en los cerebros que analizan y frenan la ignorancia.

¿Y yo? Yo no soy pensante, soy solamente un ignorante que empieza a pensar que a veces no es bueno pensar.

sábado, 1 de diciembre de 2007

De quien soy

De joven mis papás me sostenían, no debía darle cuentas a nadie, porque mi única obligación era ir al colegio y “estudiar” si es que así se le puede llamar. Me vestía como quería y hacía con mi cabello de igual forma. Ahora, unos 15 años después, ya no soy yo mismo, sino que pertenezco a las personas; con los años engordé, me corté el cabello y me vestí formal para trabajar, tomaba cerveza y padecía de algunos males ya fruto de la edad. Luego, en un reordenamiento físico y espiritual adelgacé, me dejé crecer un poco el cabello y quise relajar un poco mi vestuario, pero me he dado cuenta que es un lujo muy difícil de llevar. Ahora hay mucha gente que cree que estoy en un grave error y que debiera cambiar, como soy catedrático resulta que ahora doy mal ejemplo a mis estudiantes, solamente porque decidí dejar los pantalones de paletones y cambiarlos por unos jeans, los zapatos de suela de cuero por unos All Star y adelgazar. ¿soy yo mismo o le pertenezco a la sociedad? Porque si me dejo crecer aún más el cabello y me sigo vistiendo así me sentiré bien conmigo mismo, pero seguro me quedaré sin empleo o tendría que hacer alguna otra cosa que para esta sociedad donde vivo “no es decorosa”, y si dejo llevarme por la sociedad, tendría que optar por una opción que me desfavorece a mi vida física y espiritual. He empezado a pensar que ya no me pertenezco, sino que le pertenezco a otros, si uso una playera con leyendas debo pensarlo dos veces porque tengo hijos, si hablo del amor libre soy homosexual, si adelgazo y cuido mi cuerpo soy drogadicto y si dejo la corbata dejo de ser inteligente, solo queda plantarle cara al viento y atormentarme ¿de quién soy?

domingo, 25 de noviembre de 2007

Bebida de los dioses -el origen del café-

Un día de madrugada, el dios Coffea se enamoró de Canephora, pero como era de esperarse, no se podían amar en libertad.  Y es que un dios, no debe conoce el amor.

Coffea esperó pacientemente el momento oportuno para hablarle a Canephora. Espero mucho tiempo, algunos dicen, que esperó más de nueve mil años. 

Y cuando al fin pudo estar a solas con ella, por ese único momento, se amaron con delicadeza y pasión, y luego, se prepararon para enfrentar con valía a su destino.

Fueron condenados a muerte, y entonces, tomados de las manos, mientras sus cuerpos se desintegraban en el fuego divino, una chispa de su pasión se escapó de sus cuerpos y cayó a la tierra.

Esa chispa germinó, y dio fruto a un grano preciado que al procesarlo y beberlo de forma ritual, Inspira al alma, dando tranquilidad y la fuerza necesaria para esperar lo inimaginable.

Bienvenida...

En realidad no se si escribo para alguien o para mi mismo, pero si es para mi o para otra persona que quiera perder el tiempo leyéndome, pues bienvenido a este espacio que nace como una inquietud de expresar un poco lo que me atormenta, se me viene tomando café o tomando fotos, cuando pienso dejo de ser feliz, pero si no pienso soy un infeliz, aquí comienza mi experiencia.