domingo, 30 de julio de 2017

Confusión

No importa que te aleje de mí.
No importa que ya no te hable.
No importa cuántas veces maldiga tu nombre.
No importa el esfuerzo que haga para olvidarte.

Porque basta una palabra tuya, para que no deje de pensar en ti.

Trago amargo

Aún no sé si te amo, aún no sé si seguir a tu lado.
La fascinación me ha cautivado, y este frenesí no parece terminar.

Sé que eres la calma y sé que eres la paz, pero he decidido entregarme al desdén.

El pudor me ha abandonado, la razón se ha enfadado conmigo, el amor me dio la espalda.

Pero no me importa, Seguiré en mi camino, sabiendo que al final, la soledad será mi castigo.

martes, 18 de julio de 2017

Pero en un país...

Un hombre gay, con mallas y tanga, pidió respeto en la vía pública, pero, fue callado a gritos por un líder religioso que exigía que sus creencias fueran impuestas a todos los demás. Pero, una bofetada le impide seguir hablando, y es que una feminista con los pechos al aire y peinado varonil, le exige terminar con el patriarcado. Pero, ésta es arrestada porque ha sido demandada por una nativa que se sintió ofendida, cuando la feminista en su reclamo, no le reconoció como primer habitante del país. Pero, el dinero de la demanda, nunca llegó a sus manos, porque un político corrupto creó una ley, donde el dinero de las demandas, debía ir a sus arcas personales.

domingo, 16 de julio de 2017

Agonizante julio

Acostado, escuchó cómo poco a poco la lluvia anunciaba su llegada. Descendiendo  desde los árboles, hasta el techo de su casa; y en ese momento, deseo que el sueño llegara inmediatamente y la borrara para siempre de su mente.

La noche era oscura, pero a través de las gotas que tímidamente golpeaban en los cristales de su ventana, él podía ver claramente sus ojos, sus labios, inclusive, podía sentir sus caricias.

Recordó su sonrisa y su figura, recordó su aroma y recordó sus promesas. Recordó su amor bajo la lluvia, en esa noche de un agonizante julio.

EL sueño tardó en llegar, pero en su cobijo, suavemente lo despojó de su romántica agonía; se llevó su recuerdo, se llevó el deseo de volverla a ver, pero sobre todo, se llevó esa extraña sensación de anhelar amar a quien ya no puede regresar del silencio.

domingo, 2 de julio de 2017

Renacimiento a través del desapego, el olvido, la muerte y el amor

Y ese cuerpo de cuatro corazones decidió ser y no tener.

Hija de Aidin

Siempre te llamas igual, no  importa en el lugar donde estés, siempre eres la misma, siempre fuiste tú.

Te adornas con un lacio brillante, o unos rizos exquisitos, fuiste morena, rubia o peliroja, eres lo que te de la ganar ser.

Siempre ríes, aunque llores en la oscuridad, y tu mirada directa, se clava con firmeza invitando a sucumbir.

No tienes edad, ni religión, eres perfectas por unas horas, y en coqueta carcajada, invitas a olvidar la realidad. 

Eres la hija de Aidin, y reina del presente. Y aunque sabes que el amor te dio la espalda, y tu adiós será siniestro, te acabas ese trago, y te lanzas a cazar.

Tahúr

Pasé por aquel lugar dónde un día reímos. Todavía se podía leer el nombre del bar, en el esperpento de letrero que estaba a punto de caer.

Y mientras el polvo se levantaba para sumarse al que ya hacía años se había impregnado en aquellas paredes, logré recordar buenos momentos de jolgorio entre birrias, penumbras y excesos.

La curva terminó, y aquel trucho lugar quedó a mis espaldas, fue entonces, cuando inevitablemente, suspiré, e imaginariamente, brindé a tu salud en donde quiera que ahora estés.