domingo, 26 de junio de 2011

Sombra en la oscuridad

E imprudentemente la sombra en la oscuridad estaba allí, ante mi, viéndome fijamente. Sentí un frio abrazador que tomó por sorpresa todo mi cuerpo; mis brazos no lograban taparme para dejar de verle. Yo grite, pero mi voz apenas se escuchó; era más fuerte el eco de sus pasos acechantes que se dirigían hacia mi. Al fin, frente a frente su mirada difusa penetró la mía, no podía creerlo, estaba allí, era ella.

"no deseo tu alama" me dijo. Sentí una extraña tranquilidad seguida de una inquietante duda ¿que deseas de mi? me atreví a preguntar pero lentamente se giró desapareciendo en la oscuridad. No era el momento pensé, era la persona errada quizás. Con mano temblorosa sequé la humedad de mi frente y al volver mis ojos vi como la oscuridad se teñía de blanca luz, hasta entonces entendí que había amanecido. Pero desde entonces aún me despierto por las noches, esperando cuándo será que la sombra que me visitó venga por mi alma.

A veces, cuando se está jugando en las redes sociales, puede que, en un momento de inspiración se pueda crear cuentos a la distancia.

Muchísimas gracias a Gabriela Flores por inspirarse junto a mi en una tarde melancólica.