sábado, 28 de marzo de 2020

Realidad


De pronto, toda la realidad se me vino encima. Así, sin escape, sin tener a dónde huir, sin un lugar dónde esconderme, sin saber exactamente qué hacer.

Veo a mi alrededor, y contemplo un espacio amplio, con pequeños rinconcitos de soledad, con cosas que recuerdan momento, momentos de un pasado feliz, un pasado donde estaba completamente consiente que era feliz.

Y es que este lugar me vio venir con temor, y luego, me vio tener fe, me vio reír, llorar, preocuparme, carcajearme escandalosamente. 
Pero también me ha visto deprimido, triste, al punto de la desolación. Si, este lugar sabe de mí, y yo de él. Este lugar, es parte de mí.

Pero la realidad se me ha venido encima, con la muerte a sus espaldas, esperando que cometa un error para arrebatarme a los que amo, o arrebatarme a mí de ellos. Y por eso debo dejar este lugar, para concentrarme en vivir, esperar en el encierro, y apostar por vivir.

Y no puedo imaginar cómo será este final, porque nadie puede forzar al destino, y nadie puede frenar a la realidad. Lo único que me puedo asegurar, es que lejos de este lugar, plantaré cara a la realidad, y daré mi vida a la muerte si fuera necesario, todo, para asegurar a los que amo un nuevo lugar, donde puedan ver el amanecer, en la futura realidad.

martes, 3 de marzo de 2020

Vudú


Has vuelto a visitarme.
Cruel, inclemente, sin piedad.
Sin pedir permiso, por la fuerza, con maldad.
Eres como esa aguja que se clava en un muñeco de vudú.
Destruyendo hasta los huesos, castigando mi alma.

Y yo aquí, sufriéndote como siempre.
Desprevenido, solitario, incapaz.
Sin saber qué hacer, esquivando, sobre viviendo.
Soy como aquel muñeco de vudú.
Indefenso, sin alma qué castigar.

¿Algún día te convertirás en pasado?


¿Algún día te convertirás en pasado?
Porque te soy sincero, por momentos te olvido.

Disfruto mi presente, y preparo el futuro.
Se me olvida tu rostro, y desaparece tu recuerdo.

Pero de pronto te me vienes como golpe.
Y entiendo que siempre regresas.

No importa lo que haga, siempre regresas.
Tardeo temprano, siempre regresas.

Eres mi presente, eres mi realidad.
Y aunque no me guste admitirlo, estoy unido a ti.

Porque serás mi futuro, y moriré a tu lado.
Aunque me siga preguntando si algún día te convertirás en pasado.