martes, 3 de marzo de 2020

Vudú


Has vuelto a visitarme.
Cruel, inclemente, sin piedad.
Sin pedir permiso, por la fuerza, con maldad.
Eres como esa aguja que se clava en un muñeco de vudú.
Destruyendo hasta los huesos, castigando mi alma.

Y yo aquí, sufriéndote como siempre.
Desprevenido, solitario, incapaz.
Sin saber qué hacer, esquivando, sobre viviendo.
Soy como aquel muñeco de vudú.
Indefenso, sin alma qué castigar.

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