Sé que existes porque he sentido tu bendición. Dime donde estas.
Sé que tu solo me permites ver la puerta hacia el futuro, y dejas
que mi mente juegue a retorcer el pasado.
Sé que segundo a segundo me llevas hasta mi ocaso, pero me das muchas
vivencias para que el sufrimiento sea peor. Eres realmente malvado.
Recuerdo el momento que me diste ese tormentoso regalo ¿para qué, para
hacerme más sensible? No gracias, no lo quería, y si me abrieras la puerta del
pasado, seguro te lo devolvería.
Pasado. Si, esa puerta quiero que abras, y que yo pueda pasar por ella,
no mucho como crees que quiero, no, solo un par de años. Y estando ahí concebir
lo que muchos mortales pasan por alto, pero yo, sé perfectamente lo que quiero,
y sé que tú tienes el poder de realizarlo.
¡Ábreme la puerta del pasado! Déjame entrar. Porque estando ahí, justo
donde quiero estar te pediré que me congeles en el tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario