Desde que te conocí, te volviste en mi objetivo. Te vi a
través de un lente y tu cuerpo iluminó mi corazón. Te dejé plasmada en mi pantalla.
Desde ese momento, utilicé filtros hasta que fueras la única en mi mente, y me enfoqué solamente en ti.
Desde ese momento, utilicé filtros hasta que fueras la única en mi mente, y me enfoqué solamente en ti.
Tuve prioridad de velocidad para conquistarte, y procuré que
tuvieras sensibilidad a mis atenciones. Yo sabía que contigo no había un manual
de instrucciones, ni podía ir de modo automático. Así que utilicé un programa
para conquistarte y estabilizar tu corazón.
Y tú, coqueta, diste prioridad de apertura a tu corazón, y colocaste
tu dial sólo para mí. Fue así, que con el tiempo hicimos clic, y desde
entonces, iniciamos un amor particular, el que llevamos a una zona creativa, donde, con cada
disparo de atenciones, nuestras baterías nunca se agotan.
Ahora, nuestra exposición tiene dos puntos a favor, y cada día, nuestro balance es más blanco. Hemos acumulado flashazos de amor, que nos recuerdan que nuestra historia no terminará, hasta que un día, el diafragma de la vida, se cierre mientras nosotros, nos sub exponemos en un beso.
Ahora, nuestra exposición tiene dos puntos a favor, y cada día, nuestro balance es más blanco. Hemos acumulado flashazos de amor, que nos recuerdan que nuestra historia no terminará, hasta que un día, el diafragma de la vida, se cierre mientras nosotros, nos sub exponemos en un beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario