La naturaleza humana nos lleva por distintos rumbos, tal es así que estamos al borde de nuestra propia destrucción y pareciera que ni nos enteramos. Estamos preocupados por un auto nuevo, por tener un gadget de última generación y por aparentar en las redes sociales que somos lo máximo.
Y tanto en el pasado como ahora en el presente (el que estés viviendo) es siempre lo mismo: un ser humano queriendo pasar por encima de otro para lograr el éxito. Claro está que si nos basamos en el simple hecho que todos venimos y nos vamos de este mundo con risas y lamentos pareciera que el éxito no es más que una ilusión que nos toma por sorpresa en una etapa de nuestras vidas.
Pero ¿qué es el éxito? La palabra viene del latin “exitus” que significa salida y por lo regular se le atribuye a un logro alcanzado que causa satisfacción a la persona. El éxito se da en muchos ámbitos: desde llegar a tener un hijo, vencer una enfermedad o conseguir ser promovido en un empleo.
Ahora bien, el motivo de estas líneas es porque he visto personas obsesionarse con un utópico éxito y en ese ínterin arruinar sus vidas. Cuando pierdes la visión de las cosas esa búsqueda de éxito se transforma en una serie de derrotas que te dejará solo en un mar de circunstancias de las que ya no te podrás librar. Porque ¿qué harás para conseguir el dinero que deseas o el poder que anhelas? En una sociedad como en la que vivo, una mujer es mal vista si asciende puestos o consigue dinero acostándose con el que pueda darle esas cosas ¿conseguirás el puesto prostituyéndote? Y cuando termines con dinero ¿cómo verás a tus hijos? ¿Alcanzara ese dinero o ese poder o necesitarás más? El que asciende por encima de sus propios amigos o familiares ¿disfrutará ese dinero o ese puesto solo?
Muchos han comparado la vida con el juego de ajedrez, pero tal vez lo que más me llama la atención es el hecho de que cuando el juego llegue a su final desde el propio rey hasta el peón a la misma caja volverán (me recordé de Sherpa) al final de cuentas la noción de haber alcanzado el éxito lo tendremos en la mente en el momento justo de morir ¿moriremos con un pensamiento de éxito o de fracaso; servirá ese dinero o ese puesto en nuestros últimos momentos de vida?
Como alguien muy inteligente me dijo una vez: “la felicidad radica en varios factores y no solo en uno, si tienes salud, puedes pagar las cuentas, tus hijos duermen bien, eres socialmente aceptado y tiene amor, entonces podrás pretender ser feliz” Posiblemente se me escape alguna variante, pero el punto es que en esta vida si te agobias y persigues un ideal de poder y gloria lo más probable es que termines en una miseria espiritual de la que no saldrás nunca. Disfruta la vida, agradece el hecho que puedes pagar tus cuentas y que andas en la calle con la frente en alto, sabiendo que nadie puede tildarte con el dedo. Piensa que estás haciendo bien las cosas. Es molesto ver como a veces hay personas que pisoteándote pasan por sobre ti, pero que no te atormente, al contrario: apiádate de ellos porque si sigues haciendo las cosas bien, verás que en la escalera de la vida, cuando estés escalando poco a poco, los que pasaron por encima de ti vendrán cayendo precipitadamente. Alimenta tu alma y vence con bien el mal, así sabrás que has alcanzado el éxito.
2 comentarios:
Simplemente.... vivir día a día y disfrutarlos al máximo! XD
me encantó! gracias por compartirlo... me hizo pensar muchooo! un abrazo!
ala puta lic disculpe la expresión pero si me llego este su post.
ME LLEGA!
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