Es una impotencia que te impide hasta llorar.
El momento se acerca y se que no puedo hacer nada, es en estos momentos en los que quisiera ser más efusivo y llegar a abrazarte, pero no puedo. Fui yo ese regalo que no merecías y ahora soy yo quien no merezco haber recibido el regalo de conocerte. Esas fuertes raíces me han convertido quien soy y aunque en este fuerte árbol me sentí seguro me fui buscando plantarme a mi mismo pero no puedo. no encuentro la forma de gritarle al viento y reclamarle por la injusticia que pretende hacer contigo, pero ¿acaso no soy lo suficientemente egoísta para dejarte volar? lo he pensado mucho y creo que yo haría lo mismo. Pero por favor, dame tu sombra un poco más. Es difícil ver tus hojas caer poco a poco y sentirme imposibilitado de evitarlo, esa sabia recorre ahora mi cuerpo y me obliga a seguir adelante, aunque te soy sincero, a veces no quisiera. Mis fuerzas caen y las circunstancias me atormentan, pero el pensar en tus eternas batallas que, hasta la fecha libras en silencio me dan las fuerzas necesarias para seguir adelante.
No sabes cuanto te admiro.
Yo no quiero pretender ser fuerte como lo fuiste, creo que no puedo, la sabiduría que el viento te dio se me ha negado y mis habilidades no son ni la mitad de las tuyas. Ahora entiendo: "debajo de tus alas me siento seguro" mi visión fatalista y pragmática te la debo, por eso se lo que nos depara el futuro y si tus teorías son ciertas (y yo las creo fielmente) me dejarás las preguntas sin contestar para que yo vea si las puedo responder. No quiero, no lo merezco.
Pero es más egoísta de mi parte pretender aferrarme a ti si yo mismo te he herido. yo creé la ilusión utópica de algo que ambos sabíamos, no iba a suceder. No dejo de reprocharme por mis actos, pero ahora que veo tus frutos dar la cara al viento veo que la responsabilidad me la dejaste hace un tiempo y que tus sabias palabras me están guiando. Te quedo a deuda.
Dime donde he de volar, para poder alcanzarte.
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