Y mientras tomaba unos tornillos y clavos escuché al otro pasillo que un individuo dijo "quiero esa pintura, si, ese color: Gris máquina" Mi rostro se quedó sin expresión alguna y mi cuerpo en inamovible postura mientras mi mente viajó rápidamente por los rincones más estrechos de mi cerebro hasta que rescató una época dorada cuando mi padre llevó a casa aquella hermosa motocicleta vieja con la consigna "hay que repararla"
Recuerdo hacerle mantenimiento y lavarla con esmero para que las partes cromas brillaran. Todo con tal que me dejaran salir en ella a recorrer los caminos bajo un cielo celeste de noviembre que de seguro me miraba con envidia. Casi pude ver aquella motocicleta de pintura desgastada que cubrí con aquel color que hoy mencionaban y que me hizo recordar tan gratos momentos.
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