En algún momento del tiempo se mezcló el nacimiento de Jesús, la
festividad a Frey, dios del Sol, la historia de San Nicolás y la leyenda de
Krampus para dejar esta peculiar festividad de fin de año que todos conocemos
como Navidad. Festividad que, la odie o la ame, una cosa es segura, no pasa desapercibida.
Muchos no celebrarán la Navidad por diversas razones; Cuando faltan
papás, cuando escasea el dinero, cuando hay enfermedad, muerte o cuando un
recuerdo amargo le quitó el deseo de celebrarlo, es comprensible, la fecha,
lejos de alegrar a esas personas, les traerá amargos recuerdos. Entonces, no queda de otra, respetemos su
derecho a rechazar las fiestas de fin de año.
Sin embargo, para la mayoría,
la fecha trae diferentes sabores dulces que alegran el alma y dibuja
sonrisas.
Los que me conocen saben que no
soy adepto a celebrar fechas especiales, pero ¿Qué les digo? Cuando casi todo el
planeta se pone de acuerdo en determinar un día para descansar, compartir con
la familia, los amigos, mostrar buenos deseos al prójimo ¡hombre! Eso es para
celebrarlo, es para contagiarse de lo bueno y transmitirlo a las demás personas.
Independientemente a mi apatía, en la época navideña acompaño a mi
familia a adornar la casa, busco dar un obsequio a mis seres queridos, a mis
hijos. Entonces, al ver películas de la época acompañado con las galletas hechas por mi
esposa, abrir obsequios, la visita a mi madre,
ver a mis hermanos, hablar con los amigos, los vecinos, definitivamente, hace que
la fecha cobre sentido, y entonces, me termino contagiando del bien llamado “espíritu Navideño”
Sólo me lamento por los hijos de aquellas personas que sin un motivo
contundente, decidieron, o fueron influenciados a no celebrar la época, imponiendo esa apatía a los más
pequeños que añoran la fortuna de sus amigos. A los niños no les importa si Jesús nació
exactamente un 24 de diciembre, no entienden el por qué un árbol de navidad es pagano, no entienden de religión, de creencias, de posturas. Un niño desea un
juguete, poder sonreír con sus padres, sus amigos, quemar cohetillos, desvelarse y dejarse llevar por todo lo
positivo que genera la época.
Sí, es cierto, se ha comercializado la navidad y en muchos aspectos se ha tergiversado el sentido original de la festividad, pero ¡No la friegue! No contribuya a que se pierda esa bonita tradición de mostrar fraternidad y bien en, al menos, un día al año.
Aún tiene tiempo; no por usted, por los niños, por los que vienen. Demuestre amor, de obsequios, acérquese a la gente que ama, y exprese paz, proclame bien, desee ¡feliz Navidad!
Sí, es cierto, se ha comercializado la navidad y en muchos aspectos se ha tergiversado el sentido original de la festividad, pero ¡No la friegue! No contribuya a que se pierda esa bonita tradición de mostrar fraternidad y bien en, al menos, un día al año.
Aún tiene tiempo; no por usted, por los niños, por los que vienen. Demuestre amor, de obsequios, acérquese a la gente que ama, y exprese paz, proclame bien, desee ¡feliz Navidad!
1 comentario:
LA NAVIDAD EXISTE POR EL NACIMIENTO DE JESUCRISTO... POR ESO SE CELEBRA, PERO SI ÉL NO HUBIESE VENIDO Ó A NADIE LE HUBIESE INTERESADO LA LLEGADA DE ESE NIÑO, NADA TENDRÍAMOS QUE CELEBRAR, ASÍ QUE NO SE CELEBRA POR CELEBRAR, SE CELEBRA PORQUE EXISTE UN ACONTECIMIENTO QUE CAMBIÓ A LA HUMANIDAD Y SU MANERA DE PENSAR.
SI NO CREES, NO LO CELEBRES.
SI CREES, CELÉBRALO EN TU CORAZÓN Y CON TU FAMILIA.
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