Rebasó la línea impuesta entre la vida y la inmortalidad, dejándonos a los mortales con nuestros problemas y dificultades. El cosmos es ahora su nuevo hogar donde junto a todos los demás viajan libres por toda la eternidad.
¿Cuando dejaremos de llorar?
El dolor y la desesperación al fin dejaron de acosarlo. La impotencia y desconsuelo liberaron su alma. La tristeza que un día se sentó a su mesa al fin decidió irse. Todos los seres grises le vieron partir y esbozaron una sonrisa pues el momento había llegado.
¿Cuando entenderemos?
Dejando todo atrás se preocupó por avisar al consuelo y la esperanza para que nos visitaran, ahora están con nosotros. Nos susurran al oído tratando de explicar cual fue su destino. Con ellos de compañía hicimos los ritos ancestrales entendiendo que su vuelo es eterno y no lo podemos parar.
¿Cuando lo alcanzaremos?
Con todo respeto don Osvaldo, nos seguiremos viendo.
1 comentario:
Hermoso pensamiento, seguro que tus palabras llegarán al cosmos, donde ahora él es "polvo de estrellas" como lo dijo Carl Sagan.
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