martes, 31 de enero de 2012

Hay mucho más allá afuera



Dos amigos estudiaban en una clase. A ambos les dieron un libro de texto donde se contaba la historia de su país, específicamente la historia y relatos de su ciudad. Los dos se fascinaron con los relatos y las historias, las leían una y otra vez y soñaban en vivir las aventuras que allí se contaban. Al crecer los amigos se dejaron de ver: el primero se fue de la ciudad y el segundo se quedó.

Muchos años después el primero regresó a la ciudad y fue a visitar a su amigo de la infancia.

-¿Qué te has hecho?

- Pues me he tomado el tiempo de conocer el resto de nuestro país. Es realmente maravilloso.

El primer amigo notó que el segundo no comprendió su aseveración, así que trató de explicarle:

-Tu sabes, los demás pueblos que hay en nuestro país.

-Seguro estás bromeando, dijo el segundo amigo, no hay pueblos en nuestro país más que esta ciudad.

-No, no, no, te equivocas, hay muchos y son más fascinantes incluso que esta ciudad.

-¡Eso no puede ser! He leído el texto de la primaria una y otra vez, y en ningún lado dice que hay otros pueblos ¿porqué aseguras que hay otros pueblos si el libro que leímos de pequeños dice que no hay nada más?

El primero sonrió y respondió:

- Hay otros libros, nosotros de pequeños leímos solo uno de ellos ¡pero son muchos! Y cada uno habla de si mismo, yo los he leído todos y forman parte de una gran enciclopedia, si los lees todos entenderás a tu país. Cuando yo los leí decidí ir a verlos, los he recorrido, paseado por sus calles, hablado con sus habitantes y te aseguro que hay mucho más allá afuera.

El segundo no daba crédito a lo que escuchaba así que argumentó:

- ¡Realmente estás loco! no pueden haber otros pueblos, solo este. Tú te fuiste y por eso enloqueciste, pero los que nos quedamos acá hemos repasado una y otra vez el texto. Lo estudiamos y analizamos las historias ¡No hay otros pueblos! Siento pena por ti, me das lástima porque crees saber lo que en realidad no conoces; espera a que se los cuente a los amigos de la infancia, todos se reirán de ti. El segundo amigo se fue riéndose del primero que se quedo en la plaza de la ciudad sentado observándole con tristeza.

Esa fue la última vez que los amigos se vieron o hablaron. El primero siguió conociendo los pueblos de su país y eventualmente se fue a conocer el resto del mundo. El segundo, bueno, de él no hay mucho que contar.

En lo personal creo que no hay información errónea, solo parcial. Entiendo que no se puede basar el conocimiento científico en una sola fuente.

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