jueves, 31 de enero de 2019

Efímero poema de un flotante en la ciudad


Pasé fugaz por las filas de autos grises y gente fastidiada por la desilusión.

Inmersos en su soledad, se quejaban de la vida y execraban a su alrededor.

Uno de ellos, alzó la voz y maldijo mi existir.

Pero yo no me enteré.

Porque para ese momento, tres corazones le habían borraron de mi ser.

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