Juan tenía muy buenas intenciones. Un día decidió trabajar
muy duro para ayudar a su madre en el sostenimiento del hogar. Como llegaba tarde al trabajo decidió primero
ahorrar y comprar un auto para ser más eficiente y ayudar a su mamá. Cuando
compró su auto, quiso comprar mejor ropa para ir más presentable al trabajo, sería
hasta entonces, cuando ayudaría a su mamá.
Ya mejor vestido y con auto conoció a María. Una joven compañera
de trabajo que tenía muy buenas intenciones y quería colaboraba en el
sostenimiento de su propio hogar. Se enamoraron.
Pasado el tiempo Juan consiguió una mejor oferta laboral en
otra empresa y le propuso matrimonio a María. Ella aceptó. Se pusieron a
trabajar más duro para poder comprar una casa y amueblarla. Así, cuando se
casaran, ya tendrían todo. Estaban convencidos que estaban haciendo muy bien
las cosas.
Al tener lo necesario empezaron a hacer horas extras en el trabajo
para pagar la boda que, según ellos, se merecían por sus esfuerzos por hacer
bien las cosas.
Entre elegancia y sonrisas María y Juan se casaron.
Pasaron dos años ahorrando mucho para tener lo suficiente para
tener un hijo. Y cuando así fue, María se hospedó en el mejor hospital que
pudieron haber pagado. Juan se sentía orgulloso.
Cuando el niño empezó a llorar se dieron cuenta que
necesitaban darle lo mejor a su hijo. Y lo mejor que podían hacer era trabajar arduamente
para pagarle un buen colegio. Obviamente no tenían tiempo de estar con él, y
era razonable. Ellos tenían que trabajar para darle lo mejor al niño. Así que
se recordaron de sus progenitoras y dejaron al niño recomendado con ellas.
Para ese punto María y Juan se sentían orgullosos: Tenían
una hermosa casa, un hijo consentido y unas madres ocupadas y bien remuneradas cuidándolo.
Cuando el niño creció decidieron pagarle un buen colegio
donde estaría de las 6 de la mañana a las 4 de la tarde resolviendo complejos
problemas matemáticos, estudiando danza clásica y pintura. Pero debían trabajar
un poco más para pagar a la psicóloga que veía al niño, es que las maestras
dicen que se porta mal y que trata de llamar la atención, pero para eso el
colegio tiene su propia psicóloga que les ha dicho que es normal en los niños
de su edad y que el exceso de trabajo de ambos no es el problema, al contrario,
es la solución para seguir pagando las terapias. Ambos se sintieron tranquilos.
Un día Juan se sintió celoso del nuevo auto de María que,
según dice María, lo compró con el único fin de llevar a la familia de paseo
los domingos. Así que Juan buscó un tercer empleo para pagar un auto deportivo
porque en realidad se lo merecía, ha trabajado mucho durante toda su vida y
necesita tener un gusto.
En Navidad mientras el hijo destrozaba los empaques de los
costosos regalos que sus padres le habían dado se dio cuenta que ambos estaban
inmersos en sus teléfonos celulares. Re reían y hacían gestos con “alguien” al
otro lado de la línea. El niño terminó destrozando los juguetes antes que sus
padres se pusieran a discutir por quién se quedaría con el niño. Es que ambos
tenían que salir urgentemente.
Cuando la mamá de María murió, Juan no quiso dar dinero para
el funeral, ya que ese dinero serviría para pagar la remodelación de su estudio
en casa. María maldijo su suerte y la de su madre y tuvo que dar el dinero que
tanto había ahorrado para exfoliarse la piel y pagar un modesto funeral.
Cuando la madre de Juan fue encontrada muerta tres días
después en la humilde vivienda donde ella vivía, él recordó que a ella le
gustaba lo simple así que la enterró en el cementerio cercano donde jamás
volvería a visitarla.
Al cabo de unos años el hijo se terminó yendo de la casa y
jamás volverían a verlo. María se separó de Juan y estuvieron en un litigio de
diez años para ver quién se quedaría con las propiedades que ambos habían hecho
en toda su vida.
Hasta la fecha, ambos no se explican que fue lo que pasó, ellos
siempre hicieron bien las cosas.
1 comentario:
Pues que te puedo decir, es la radiografía perfecta de personas de la clase media que tratan de superarse y llevar una vida "decente" como la que nos muestran las películas y las series de televisión, descuidando lo mas importante, la familia y los hijos, nos pasa, nos pasó y nos pasará a todos los que tenemos que trabajar duro para darles a nuestros hijos lo que nuestros padre no pudieron darnos, claro, excepto amor y atención.
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