Estaba en un lujoso centro comercial viendo relojes a través de una vitrina, uno más hermoso que el anterior. Todos con finos acabados y hermosos detalles.
Pero en el reflejo de la vitrina vi que alguien estaba tras de mi. Volví a ver y ahí estaba el relojero que con esa sonrisa que lo caracterizaba y esa voz amigable me preguntó ¿Ya reparó su reloj?
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