El tiempo tiene una peculiaridad: Borra el pasado.
No importa que tan bien o mal te haya ido, si lo viviste, es
pasado, el tiempo lo ha borrado. Esa linda relación que tuviste, tu trabajo de ensueño, las calamidades y enfermedades, sí, todo ha
pasado, ya no regresará.
Y la verdad, ese aspecto tan implacable del tiempo nos ayuda
a seguir adelante, porque ¿Quién puede retener el pasado? Sea bueno o malo ya
se fue. Es una imagen borrosa en nuestra mente, unas palabras con eco, un olor
lejano. Como un sueño o estar viendo en la neblina, el pasado pocas veces se
recuerda con detalles. De hecho, si examinas una anécdota vivida, lo más probable
sea que ya no la recuerdes con detalles.
Haz tú mismo el experimento: Trata de recordar una escena
del pasado, y asegúrate de tener una fotografía de ese acontecimiento. Luego,
intenta recordar detalles y posteriormente, ve la fotografía. Lo más probable
sea que hayas pasado por alto detalles o que la situación ya no sea como la
recordabas. Y es que el tiempo va borrando el pasado.
Por consiguiente, no te atormentes por lo que ya pasó, jamás
podrás regresarlo o vivirlo, se ha ido, y sólo te quedará una vaga idea de lo
que fue. Eso sí, trata de retener esas lecciones aprendidas del pasado para que tu presente sea mucho mejor.
¿El futuro? Tampoco te preocupes mucho por él, absolutamente nadie te puede decir lo que te traerá.
¿El futuro? Tampoco te preocupes mucho por él, absolutamente nadie te puede decir lo que te traerá.
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