Un día, mientras perdía el tiempo en una red social, leyó su nombre. No había una fotografía que le identificara, sólo su nombre, pero ella, estaba segura que era él.
Su corazón volvió a latir con fuerza.
Sin dudarlo siquiera, trató de contactarlo, pero jamás obtuvo respuesta. Ese mismo día, él había decidido salir del mundo virtual para no volver jamás.
Hoy, ella sigue buscándolo, y él, en soledad, suspira por un amor pasado.
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