lunes, 2 de abril de 2018

Finkel

Lo conocí por razones que no quiero recordar, pero ahí estaba frente a mi, como auxiliar de cátedra. 
Yo, un novato en la enseñanza superior. Él, que había comenzado su experiencia cuando yo apenas empezaba a caminar. 
Sin embargo me sonrió, me saludó y me dijo "seguro nos llevaremos bien" y vaya que así fue.

Evidentemente no fue mi auxiliar, yo me convertí en el suyo, pero ¿cómo no serlo? a su lado aprendí muchas cosas de los temas que teníamos en común y un día al azar, dije algo que a él le gustó "debieras escribir lo que piensas, en tus momentos de soledad, porque solamente en soledad se puede pensar" reímos por el juego de palabras pero, obedeciendo a tan amable mandato, nació un espacio para mis propios pensamientos.

Con el tiempo, me enteré de su experiencia en el área comercial, de sus estudios y sobre todo, me enteré, por cuenta propia, de su humildad y conocimiento.

No fue sorpresa cuando me enteré que era el decano de aquella joven facultad, y tampoco pasó mucho tiempo para que me invitara a formar parte de aquel excelente equipo de trabajo que hasta la fecha, aún recuerdo con alegría.

Su ímpetu fue sobresaliente, y sus reflexiones envidiables. Frenético, entusiasta, dadivoso, inteligente, pero por sobre todas las cosas, humano, muy humano.

Me descuidé y ya no estaba ahí, había salido a encontrarse con su propio destino. Platicamos a la distancia, y me enteré de sus proyectos, de sus charlas, de su visión. La verdad, un tipo incansable.

Pero como era de esperarse, tantas ocupaciones y tanto talento no pasaron en vano, ese carisma y esa inteligencia no vendrían gratis, y con el tiempo, tocó que pagar la factura. Así que, un día, en profunda meditación, dejó este mundo para dialogar con los grandes en la otra dimensión.

¿Cuales fueron sus últimos pensamientos Finkel, a dónde visualizó su camino doctor? 



Mi eterno agradecimiento Dr. Meir Finkel. Usted me enseñó a compartir el producto de mis pensamientos. Este blog es su legado.

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