lunes, 30 de julio de 2018

Conjuro

Muriendo el séptimo, a punto de perecer, los demonios me arrastraban hacia el abismo.

Pero de pronto, esa mano femenina me arrancó de las huestes y de pronto me vi en el centro de aquella caverna, rodeado de más de cien almas que al unísono, me trasmitieron su poder.

Sentí el metal correr por mis venas y su poder pronto se convirtió en el mío. Entendí que los días seguirían siendo duros, pero también sabia que la calle era la verdad, iba a vencer por su poder.

Y aquí voy, con poder, tengo las fuerzas para soportar aquel conjuro.

No hay comentarios: